Artículo de Jorge Solis, Desarrollador Full Stack en Syntonize
Hace unos pocos días me impresionaron dos noticias que si bien eran un poco contradictorias, se referían al mismo medio: Youtube. Las noticias en cuestión hablaban de la huída de Youtubers ricos de España a Andorra para pagar menos impuestos, pero también de la salida de Youtubers con programas exitosos por culpa de un algoritmo que daba al traste con sus esfuerzos. Y por supuesto este me voy o me quedo, en muchos sentidos, despertó en mí la curiosidad por tratar de entender un fenómeno que generacionalmente me queda bien lejos, pero que conceptualmente quizás no tanto.
Pero vuelvo a los hechos, y me voy a centrar en personajes para no perderme en las generalidades. El personaje más importante de la huída española (a países con menos impuestos, que no de Youtube) es Rubén Douglas, mejor conocido como el Rubius, quizás el Youtuber con mas suscriptores de habla latina (casi 40 millones, como toda España) Se que ha publicado algún libro y se que causó sensación entre los adolescentes en la feria del libro de Buenos Aires (Argentina), un lugar no siempre habitual para los más jóvenes. Pero como ya he confesado mi ignorancia, me dirijo a Youtube para ver el contenido destacado de su canal.
En el video destacado el Rubius nos cuenta que se ha comprado un Porsche y nos lo muestra con lujo de detalles …. Pero espera, de pronto aparece el actor Will Smith y le dice que ese coche es suyo … y luego de alguna discusión, descubrimos que en realidad es una promoción de la nueva película “Bad Boys” en cines desde el 17 de enero
Pues de una forma muy simpática, era una promoción. Repasando los títulos destacados, vemos que la temática es muy variada, los titulares destacados y en prominente color fluo, las promociones bastante visibles. Me recuerda a esos programas de entretenimiento de la tarde que solemos ver por TV abierta. El Rubius es muy desenvuelto, la cámara a veces fija, a veces en mano … mirando las empresas que promociona, no me extraña que se vaya a Andorra.
El otro personaje es Martí Montferrer, con 1,41 millones de suscriptores, a cargo de un canal de difusión científica: C de Ciencia. Pero su huida no es a Andorra, sino simplemente de la plataforma Youtube. Echamos un vistazo a su canal para tener idea del contenido
El video destacado es una historia ficcional del hombre dentro de miles de años llegando a lejanos planetas habitables, explicando de paso que tipo de planetas podríamos llegar a encontrarnos en las zonas habitables de las estrellas, y que chances de encontrar vida inteligente existe. No hay promociones, más bien una entretenida disquisición acerca de la vida inteligente. Los videos son de difusión de ciencia, con temas muy variados, con una factura muy profesional.
Contenido de calidad
La conclusión, además de obvia, es tan vieja como los medios de comunicación. En el canal del Rubius tenemos contenido circunstancial, de temas que puedan llamar la atención, con un estilo desenfadado e improvisado, tratando de acomodarse (y a la vez creando) un “gusto popular”, fuertemente alimentado en los números más que en la temática. El canal de C de Ciencia es lo que solemos calificar de contenido de calidad: programas temáticos, guionados, sólidamente desarrollados y con un fuerte componente pedagógico en el buen sentido.
Si lo llevaramos a contenido televisivo, el Rubius sería como un Tinelli en Argentina o un Pablo Motos en España (adapte el lector a su país, pensando en un conductor popular, generalmente con el mayor rating y con programas variopintos pero con un componente dominante de humor) En cambio Marti Montferrer sería como ese Carl Sagan de Cosmos, buscando difundir una visión científica del universo. De nuevo el lector tendrá que pensar en el conductor de su país que más se adapte, conduciendo esos programas documentales de ciencia, un Pancho Ibañez en Argentina o un Eduardo Punset en España.
El contenido de calidad siempre ha sido minoritario. Entiendo que no solo de documentales vive el hombre, y que calidad es un concepto ampliamente discutible …. pero vamos …. los invito a que recorran los canales citados vosotros mismos y saquen sus propias conclusiones. La mía por el momento no es una crítica a como el Rubius puede tener más convocatoria que un canal de divulgación de ciencia. Eso siempre ha sido así en la historia de los medios masivos. En todo caso, y mucho mas interesante es ver como un medio pretendidamente horizontal (de ida y vuelta) cae finalmente en los mismos axiomas que los medios de difusión (unilaterales) tradicionales. Si las vistas son el rating, no hay ninguna novedad a la vista !
Vuelvo sobre las promesas engañosas de la comunicación horizontal: todos pueden opinar, todos pueden generar contenido, todos acceden a la información. Lo de generar contenido es una verdad a medias: cualquiera puede grabarse haciendo lo que quiera con el móvil y subirlo …. Pero además de tus amigos, ¿quien lo va a ver? Necesitas promoción, redes sociales, likes, aparecer en la home …. Una estrategia completa en busca de rating/vistas.
Luego claro, se puede participar … pero cuando vemos esos chats a la velocidad de la luz con exceso de emoticones que los conductores se esfuerzan en parar para leer …. Pues la participación casi que estorba si no se ordena. ¿Al final democratiza el acceso? Bueno, cualquiera con internet puede buscar contenidos, y es mucho lo que se encuentra, en ese sentido estamos mejor. El riesgo es el exceso, que es muy parecido a estar desinformado.
Me voy … a Andorra
En el juego de espejos de los medios de comunicación, Youtube nos devuelve la vieja trama del rating y los canales abiertos. Aquellos jóvenes desenfadados que nos asombraban con su desparpajo hoy lo siguen haciendo …. pero profesionalmente. Ahora tienen auspiciantes y millones de seguidores, tantos que ya son una estrella más del firmamento mediático.
Por otro lado, creadores como Martí Montferrer también se van, pero de Youtube, porque ha introducido un algoritmo que incluye aleatoriedad en los videos recomendados, lo cual es un golpe en la línea de flotación para aquellos canales que venían trabajando su audiencia aferrados a un buen contenido y estructuras atractivas. Videos que reducen mágicamente su audiencia a la mitad …. Aún siendo casi iguales a los anteriores. Eso enloquece a cualquiera, y lo explica muy claramente en su video de despedida.
¿Nuevos medios con nuevas ideas? ¿O el viejo dilema de la calidad del contenido, pero ahora representado por jóvenes desenfadados? La evolución a veces es una lenta espiral de repeticiones y los pasitos mucho más pequeños que los que aparecen en los titulares.