La posibilidad de un desarrollo sostenible junto con el éxito empresarial es posible gracias a la tecnología.
Incorporar el cumplimiento de los ODS establecidos en la Agenda 2030 en la estrategia empresarial aumenta la competitividad y mejora el rendimiento.
El Plan de Acción para la Implementación de la Agenda 2030 es un documento que guía a las entidades públicas y privadas en el cumplimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible centrados en la persona, el planeta, la prosperidad, la paz y las alianzas.
El primer objetivo de una organización es ser rentable para sus socios. Todas las estrategias de negocio llevan a la maximización de la rentabilidad de capital. Pero la sociedad está cambiando. Las empresas no tienen nada que ver con lo que se enseñaba hace unos años en las escuelas de negocio. Ahora, muchos emprendedores innovan por el mero hecho de sacar sus ideas adelante. Internet ha abierto un mundo de posibilidades a miles de personas. Lo que ha provocado que el mundo empresarial haya dado un vuelco para llegar a lugares hasta ahora desconocidos.
En este sentido, cada vez más empresarios, en sintonía con el sentir de los ciudadanos, se dan cuenta de su responsabilidad con el planeta y con la sociedad. Hace ya cuatro años, los líderes mundiales, reunidos en la Asamblea General de Naciones Unidas, adoptaron un conjunto de 17 objetivos globales en la Agenda 2030. Que tienen la finalidad de erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos. Estableciendo una nueva agenda de desarrollo sostenible y que deberían alcanzarse antes de 2030.
Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que plantea la Agenda 2030.
Tienen el propósito global de conseguir un mejor mundo para todos mediante:
- La búsqueda del fin de la pobreza.
- Hambre cero.
- Mejor salud y bienestar de los ciudadanos de todo el planeta.
- Educación de calidad.
- Igualdad de género.
- Uso de agua limpia y saneamiento para todos.
- Energía asequible y no contaminante.
- Trabajo decente.
- Reducción de las desigualdades.
- Sostenibilidad en ciudades.
- Consumo y producción responsables.
Se trata de objetivos para cuya consecución trabajan, a través de fundaciones y ONG de todo el mundo, miles de empresas, organizaciones, administraciones y ciudadanos. De la misma manera que la tecnología ha revolucionado la forma en la que nos comunicamos. También afecta en la forma en que trabajamos, vivimos e incluso consumimos. ¿No ha llegado el momento de que impacte también en la forma en la que ayudamos?
La tecnología no sólo puede ayudar a conseguir ciudades energéticamente más eficientes o producciones industriales más sostenibles. Tal y como estamos acostumbrados a escuchar. También puede ayudar a las empresas a canalizar el soporte que ofrece a terceros (fundaciones, ONG y asociaciones). Con el objetivo de conseguir un planeta biodiverso, en paz y con recursos para todos.
Algunos ejemplos de medidas puestas en marcha:
- Universidad de Stanford. Han desarrollado un modelo de Machine Learning para predecir situaciones de pobreza y actuar antes de que ocurran.
- Comunidad de ciberactivistas Hackster. Mediante algoritmos de Machine Learning están detectando zonas en las que existen bacterias contaminantes y dañinas en el agua para poder filtrarla.
- La organización Tykn. Está ayudando con tecnologías de Blockchain a la identificación digital de los ciudadanos sin certificación de nacimiento. Solicitantes de asilo, nacidos en zonas de conflicto sin registros, etc. Para garantizar un acceso igualitario a servicios y oportunidades.
Gracias a la tecnología, los procesos, las decisiones y los resultados de una organización pueden optimizarse. Del mismo modo, los proyectos relacionados directa o indirectamente con la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en la Agenda 2030, a los que debemos sumarnos todos como responsables del cuidado del planeta y de nuestro entorno, también pueden ser gestionados de forma más eficaz gracias a las ventajas que nos proporciona la tecnología. Es decir, que la tecnología tiene la capacidad de contribuir de verdad a construir un mundo mejor para nosotros y para las generaciones futuras.
La gestión de los ODS por parte de las empresas.
En muchas ocasiones, vemos cómo diferentes departamentos dentro de una misma empresa trabajan como silos independientes a la hora de destinar recursos solidarios. También hay profesionales comprometidos que dedican de forma personal e independiente parte de su tiempo a ayudar. Sin darse cuenta de que la suma de los esfuerzos de sus compañeros o incluso de la organización puede multiplicar los efectos de su ayuda.
Para evitar todo esto, sería imprescindible que se pudieran publicar y monitorizar iniciativas sociales desempeñadas por voluntarios de la propia organización. Para ser transparente no solo en el destino de los fondos o del tiempo de los profesionales. Sino también en su eficacia. De manera que se tenga la capacidad de medir el impacto, en tiempo real, que produce cada iniciativa social llevada a cabo. De la misma manera, los profesionales que quieran participar en los proyectos deben poder interactuar con las iniciativas desde el móvil. Facilitando así la comunicación entre compañeros e incluso con otras organizaciones que participen en los mismos programas.
En definitiva, en este nuevo entorno empresarial que se está construyendo alrededor de la tecnología. Las organizaciones deben aportar también parte de sus recursos a la mejora de la sociedad y del planeta cumpliendo con la Agenda 2030. De forma transparente y eficiente. Fomentando la colaboración entre profesionales y ONG. Esto es algo que sólo se puede conseguir gracias a los avances tecnológicos. Que hasta el momento se utilizan solamente en la gestión de los negocios.