La superación personal, junto con el esfuerzo, el trabajo y la práctica, es el camino hacia el éxito.
Para descubrir nuestras habilidades, lo importante es ser contantes y trabajar con empeño.
¿Cuál es tu talento?
La gran mayoría de nosotros responde a esta pregunta sobre el talento con competencias, habilidades o destrezas. Cosas que consideramos nuestros puntos fuertes. Como liderazgo, comunicación, constancia, tenacidad, capacidad analítica, planificación…
Según la RAE, el talento son las capacidades para obtener resultados notables con el ejercicio de la inteligencia.
Resulta imprescindible para tener éxito profesional y sentirse realizado invertir en nuestros talentos y convertirlos en fortalezas. Por lo tanto, si se puede ejercitar, es obvio que el talento no es algo innato y exclusivo de unos pocos. Pero, para poder invertir en talento, primero hay que descubrir cuales son nuestros talentos naturales. En este punto de partida es donde la mayoría de las personas y profesionales tienen verdaderas dificultades. El primer paso para conseguir que los talentos sean fortalezas es a través del conocimiento del potencial que tenemos. Después se necesita práctica y trabajo duro.
Un ejemplo muy ilustrativo.
Pensemos en cualquier piloto de Fórmula 1 o Moto GP. ¿Nacen sabiendo conducir? ¿Poseen desde pequeños las habilidades y destrezas para mantener la postura, el equilibrio…? ¿Con una disciplina de alimentación y entrenamiento…?
No. Por supuesto que no. Pueden tener mayores capacidades y habilidades que otras personas para conseguirlo. Pero si hay algo que les otorga el talento de ser campeones, ser reconocidos y obtener los “resultados notables” que menciona la RAE. Es su pasión, su motivación, la emoción que les genera hacerlo y les lleva a que sea su mayor disfrute.
Debemos también preguntarnos si todo han sido éxitos en la vida de estas personas, o si han sufrido caídas. Han perdido campeonatos, han cometido fallos, sufrido lesiones… Seguramente se han dicho “no puedo, no sigo…”, o incluso les han dicho familiares y amigos: “no puedes, no llegarás, no estás preparado, es peligroso…” Aun así, ¡Siguen haciéndolo! Les va la marcha y nunca mejor dicho, ¡Es su pasión!
Por tanto el talento se hace. La definición de nuestra responsable en el área de captación de talento Gloria Valle es:
Alcanzar nuestros retos. Conseguir aquello que nos motiva. Nuestros sueños, a través del ejercicio de nuestras aptitudes, habilidades, competencias e inteligencia emocional.
Steve Jobs compartió algo que para nosotros en Syntonize es clave:
Buscamos a gente que tenga pasión por lo que hace, que le emocione, no el que tenga más experiencia.
Porque para nosotros la pasión es la mejor emoción que podemos sentir. Es la energía que te pone en movimiento.
Cómo gestionamos el talento en Syntonize
El objetivo del área de Talento es el desarrollo de las labores específicas dentro de Syntonize. La gestión de nuestro Talento se vincula a la capacidad que tenemos para retener y atraer profesionales con un alto nivel de compromiso.
El talento del equipo es la suma del talento de cada individuo. Y crecerá, se desarrollará y conseguirá conquistar los retos y sueños que se proponga. Pero para ello, el equipo tiene que ser consciente del talento individual de cada uno de sus integrantes. Y conocer hacia donde se quiere ir, que falta para llegar a conseguirlo (actitud, aptitud, recursos…) y se pongan en marcha, desde la emoción y motivación individual que ha de estar alineada con el equipo.
El Talento en Syntonize se hace, sin duda. Nace con el talento y la actitud de las personas que crean la compañía y está en crecimiento constante. Por lo que será el talento de nuestros empleados lo que dote a la empresa de TALENTO. En mayúsculas sí, porque talento más talento es TALENTO o excelencia.
Para saber capacitarlo, motivarlo y optimizarlo es necesario tener una comunicación efectiva (empatía, escucha activa, saber dar y recibir feedback). La primera comunicación que ha de quedar clara y hará que alineemos nuestras acciones es definir la visión de la empresa.
A dónde vamos, cómo lo haremos (misión) y para qué (propósito).
A partir de ahí definir las metas que motiven a los equipos – personas – talentos y trabajar disfrutando para alcanzarlas.