La volatilidad de las criptomonedas es un asunto que algunos expertos no querían asumir.
Sin embargo, no ha hecho más falta que un simple bulo, para desmontarlo.
A pesar de que el sistema económico a base de criptomonedas está en auge y cada vez son más los sectores que estudian incluir este método de pago en sus opciones, sigue siendo un universo poco claro y en ocasiones inseguro. Sobretodo por la poca estabilidad que ofrece a los usuarios.
Lo cierto es, que ya han sido varias las ocasiones en las que se la hecho vigente la volatilidad de las criptomonedas. La última ocurrió el 14 de septiembre. Tras un comunicado no oficial donde se informaba que Walmart comenzaría a aceptar pagos con criptomonedas. En concreto se trataba de la moneda litecoin, una criptomoneda que funciona sobre la misma estructura que bitcoin. Aunque la fuente de la noticia no era oficial, corrió como la pólvora y otros medios se hicieron eco.
Tras el anuncio, el valor de la moneda se duplicó en cuestión de minutos. La volatilidad de las criptomonedas se marca no solo en la subida, también en la bajada. Walmart al desmentir la noticia una hora más tarde, provocó la caída en picado de la moneda.
A falta de que se puedan aportar más datos sobre lo sucedido, la operación encaja en el patrón de una campaña organizada para alterar el precio de litecoin. Una práctica que está penalizada. Sin embargo, al no existir ningún organismo que regule oficialmente las criptomonedas, es muy complicado tener un seguimiento.
No es un caso aislado.
Esta no es la primera vez que las criptomonedas se ponen en el punto de mira por sus irregularidades. Su volatilidad y la gran especulación que rodea su entorno, ya ha provocado diversas crisis en sus crecimientos. Uno de los más recientes e importantes fue cuando Elon Musk, después de vender vehículos mediante bitcoins, se retractó. Que una empresa tan importante eliminara el método de pago a través de criptomonedas, provocó una bajada en picado de su valor (siendo esta la criptomoneda más estable).
Otros duros achaques han venido de la mano de gobiernos e instituciones, que han puesto en tela de juicio la volatilidad de las criptomonedas. China anunció en su momento una prohibición a sus instituciones financieras de ofrecer servicios de inversión en criptomonedas y tomó medidas enérgicas contra su minería e intercambio. Las autoridades del gigante asiático llevan tiempo solicitando una mayor regulación sobre este tipo de activos. Pero no es el único país, EEUU y Reino Unido, también han lanzado leyes que pretenden frenar la utilización de la moneda en sus países debido a la poca estabilidad y seguridad de este tipo de comercio.
Es el momento de comenzar a estabilizar.
Que las criptomonedas van a ser un factor importante en el futuro está claro. Sin embargo para que realmente puedan ser útiles y dejen de ser víctimas de la inflación, la especulación y la volatilidad, es necesario que se realicen cambios. Si queremos tomarnos en serio el comercio a través de este tipo de moneda, se necesitaran organismos que traten de controlar y perseguir la malversación y la delincuencia a través de criptomonedas. Leyes que regulen la utilización de las mismas y garanticen una seguridad transaccional en su utilización. La Unión Europea ya esta trabajando en un plan de acción para controlar esta cuestión. La intención es garantizar la procedencia de las monedas, eliminar los tokens no fungibles, para poder tener un mayor control de la garantía de las monedas, reducir el blanqueo de capitales e impedir la evasión fiscal.