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FrançaisCon el paso de los años la frecuencia con la que usamos la tecnología ha incrementado exponencialmente. La tecnología nos ayuda a abordar de manera más sencilla tareas cotidianas, como puede ser consultas en internet, contacto con las personas a través de rrss o ayudarnos a realizar mejor nuestro trabajo. Pero sin embargo existe una delgada línea que separa lo que es un buen uso de la adicción a la tecnología. Por ello es muy importante hacer un uso seguro y responsable de las tecnologías. Con todas las cartas sobre la mesa nos surge una pregunta, ¿la tecnología nos vuelve menos inteligentes?
Nicholas Carr: “nos estamos volviendo menos inteligentes por la tecnología”
Para quien no le conozcan Nicholas Carr, es un escritor estadounidense que ha publicado libros sobre cultura, tecnología y negocios. Uno de sus bestsellers publicado en 2010 es el libro “¿Qué está haciendo internet con nuestras mentes?” Este libro que cuestiona cómo el uso de internet condiciona nuestra manera de actuar y relacionarnos con nuestro entorno. A raíz de ello, a Nicholas Carr nos plantea una pregunta, ¿la tecnología nos vuelve menos inteligentes?
Uno de los puntos que más preocupaba a Nicholas Car es la fácil adaptabilidad que tiene nuestro cerebro al entorno. Nuestro cerebro es excelente a la hora de adaptarse a entornos, pero si no continuamos practicando esa habilidad se pierde. Dicho de otra forma, internet nos brinda tanta información que debilita nuestra capacidad para prestar atención. Es por ello que Nicholas Carr pone en duda si estamos haciendo un buen uso seguro y responsable de las tecnologías.
La forma en la que nos llega la información en diversos formatos multimedia, notificaciones que nos interrumpen y estar siempre pendientes de la última noticia, nos ha provocado a estar sobreestimulados. De cierta manera el uso de la tecnología ha influido negativamente en nuestra capacidad de concentración, afirma Carr. Es esa una de las principales razones por las que podamos pensar que la tecnología nos vuelve menos inteligentes.
Nicholas Carr, no todo es malo
El uso seguro y responsable de las tecnologías en la pandemia ha supuesto una gran ayuda. La pandemia nos abrió una nueva puerta para relacionarnos con la tecnología. Al no poder vernos físicamente, la tecnología nos ayudó a mantenernos en contacto con nuestros seres queridos.
Si ya fue difícil la pandemia, imagina no poder ver los rostros de las personas que quieres, sus gestos o expresiones. La tecnología aunque pueda tener connotaciones negativas, también tiene muchos puntos positivos. La tecnología nos ha ayudado a seguir trabajando, estudiando y socializar sin necesidad de estar físicamente.
Aunque si que es cierto que pueda existir una tendencia alcista sobre nuestra adicción a la tecnología, existen formas de hacer un uso adecuado de la tecnología. De esta manera, podemos sacarle el máximo provecho a la tecnología y ser incluso más productivos.
El mensaje que Nicholas Carr pretende darnos, es que la tecnología es neutral, pero el uso que le damos, no lo es. Por lo que el uso excesivo de estas tecnologías afecta a las capacidades profundas que son necesarias. En si, la tecnología es una herramienta y debemos separar muy bien que usos hacemos de ellas. Es decir, si la tratamos como un medio de ocio, una medio de búsqueda de información o de medio comunicación. Los beneficios que se ganan son mucho más que los que se pueden perder. Además estos malos hábitos pueden ser reversibles. Simplemente lo que hace que la tecnología sea buena o mala es el uso individual que hagamos de ella. Por lo tanto en este aspecto no podríamos decir que la tecnología nos vuelve menos inteligentes.
Uso seguro y responsable de las tecnologías
Los beneficios que nos aportan las tecnologías son muchos. Un ejemplo de ello es la inteligencia artificial, el aprendizaje automático o la computación por nube. Nos ha ayudado a controlar nuestra salud sin tener que ir al médico. Los ciudadanos pueden advertir mucho más rápido emergencias. Y las empresas (algunas) han integrado sistemas de notificación de emergencias en sus herramientas tecnologías. Esto no lleva a una sociedad mucho más segura.
Otra de las ramas en la que la tecnología ha intervenido para mejorarla es en la rama escolar. Un ejemplo de ello es la herramienta de Google Scholar. El buscador de Google especializado en documentos académicos es un claro ejemplo de como una herramienta tecnológica puede ayudar a la sociedad. Google Scholar es uno de los recursos más usados a día de hoy para que sobretodo, los jóvenes universitarios puedan aprender de los documentos que se encuentran disponibles.
Como hemos mencionado anteriormente, la tecnología es neutral, el uso que le damos nosotros no lo es. Por ello, el uso de la tecnología pude ser muy beneficioso o perjudicial dependiendo del uso y en las manos en las que se encuentre. Por ello no se puede afirmar ni desmentir rotundamente que la tecnología nos vuelve menos inteligentes. Pero si podemos afirmar que es una herramienta excelente para conseguirlo si se usa adecuadamente.
