Vivimos una época fascinante de cambios tecnológicos, con avances que hace años nos sonaban a ciencia ficción. Cuando estos cambios son tan significativos que cambian la sociedad, los llamamos revolución industrial y ya llevamos varias.
Revoluciones industriales prévias
A lo largo de la historia reciente hemos vivido varios momentos que han cambiado la sociedad significativamente. Todo esto se debe gracias a avances tecnológicos, los llamamos revoluciones industriales y ya vamos por la cuarta.
La primera revolución tecnológica se dio gracias a la invención de la máquina a vapor en el siglo XVIII. Este permitió un aumento de la producción en las fábricas, revolucionó el transporte gracias a los motores de vapor usados en trenes y barcos. Además impulsó innovaciones tecnológicas en otros campos. Fue la chispa que inició el crecimiento tecnológico de los últimos siglos.
Un siglo más tarde, nos encontramos con la segunda revolución industrial. Gracias a la aparición de nuevas fuentes de energía como la electricidad y el petróleo, y la producción en cadena, permitió una mayor eficiencia en la producción y el transporte. Esta época nos dejó grandes inventos como el teléfono, el motor de combustión interna o la radio.
Tercera Revolución o Revolución Digital
Esta revolución empieza a finales del siglo XX con el avance en desarrollo computacional y la aparición de internet. Se caracteriza por el surgimiento de nuevas tecnologías digitales y la adopción generalizada de internet. Esto ha sido algo que ha transformado completamente nuestra sociedad y sigue haciéndolo año tras año.
Dentro de esta revolución se crean también los dispositivos móviles, aparatos que al inicio de esta revolución solo existían en la imaginación de escritores de ciencia ficción y hoy en día todos tenemos uno en nuestro bolsillo.
Pero hasta aquí ya sabemos todos lo que hay, todos los cambios que nos ha dado la revolución digital los usamos todos los días y nos ha llevado a la cuarta
Cuarta Revolución o Industria 4.0
El término Industria 4.0 surge en 2016 con Klaus Schwab que lo define de la siguiente forma:
“La Cuarta Revolución Industrial genera un mundo en el que los sistemas de fabricación virtuales y físicos cooperan entre sí de una manera flexible a nivel global”
¿Y como hemos llegado hasta aquí? gracias a la computación en la nube, el internet de las cosas (IoT), el big data y la impresión 3D. Todos estos avances han hecho que nuestra vida esté rodeada de tecnología, los aparatos que hemos usado toda la vida ahora son inteligentes y sobre todo están interconectados.
Estamos creando ecosistemas de dispositivos en nuestros hogares, todos ellos conectados a nube. La cantidad de datos que generamos hoy en día es abismal, y muy útil para poder analizar comportamientos, extraer información y dar de comer a inteligencias artificiales para que puedan aprender. Esto nos lleva a la siguiente revolución.
Quinta Revolución las puertas de la singularidad
Todavía no tenemos una definición de lo que implicará esta quinta revolución industrial, pero si conocemos los actores que participarán. Por un lado tenemos la inteligencia artificial, últimamente en boca de todos gracias a OpenAI, pero evolucionando constantemente durante años. Por otro lado tenemos la computación cuántica. A día de hoy ya existen decenas de ordenares cuánticos (solo IBM tiene más de 20). Cada ordenador cuántico puede realizar cálculos que a un ordenador normal le llevaría miles de años. Lo sorprendente de esto es que lo calcula en menos de un segundo.
Ambas tecnologías están evolucionando todavía, pero al ritmo del cambio tecnológico, no tardaremos en ver los frutos de ambas. Es más, incluso su fusión, creando una inteligencia artificial cuántica, ¿será el primer paso para llegar a la singularidad? ese momento en el que la inteligencia artificial sea lo suficiente autónoma como para auto-mejorarse.
Es fascinante como en tan poco tiempo existen tantos avances en la tecnología, todo esto se lo debemos a internet. Internet ha conseguido que cualquier persona tenga acceso a una cantidad ingente de información y por tanto pueda formarse. Ademas aportar su grano de arena al conocimiento colectivo. Por otro lado ha generado un crecimiento económico en un sector en el que todavía queda mucho por inventar.