El 15 de Septiembre se celebra el Día Internacional de la Democracia, en conmemoración al poder del pueblo.
La democracia y el voto van de la mano. Pero la pandemia no nos ha permitido votar como estábamos acostumbrados. Por ello cada vez está cobrando mayor relevancia el voto electrónico.
La pandemia ha puesto en tela juicio este sistema político en muchos aspectos. Pero como bien recuerda el Secretario General de la ONU, António Guterres:
La crisis sin precedentes causada por la pandemia ha generado importantes desafíos sociales, políticos y legales a nivel mundial. A medida que los estados de todo el mundo adoptan medidas de emergencia para abordar la crisis, es fundamental que sigan defendiendo el estado de derecho, protegiendo y respetando las normas internacionales y los principios básicos de legalidad, así como el derecho a acceder a la justicia, los recursos y los procesos en curso.
Explicó hace unos meses coincidiendo con la publicación de un informe de la ONU sobre los Derechos Humanos durante el COVID-19.
Por ello, en defensa de la democracia, hemos visto crecer muchísimo en los últimos meses a los paises que han instaurado el voto electrónico como medio oficial.
¿Qué es el voto electrónico?
El voto electrónico nació para facilitar el proceso del voto a los ciudadanos. De echo la principal motivación de los gobiernos de instaurar este sistema es aumentar la participación. El voto electrónico no se diferencia mucho del voto físico. El ciudadano se identifica y registra a partir de unos documentos y ejerce su derecho de votación pero de manera telemática, a través de un dispositivo con conexión a internet. Este tipo de sistema facilita que las personas ejerzan su derecho. Hay muchos ciudadanos con problemas de movilidad, que pueden ver en el voto electrónico una vía más cómoda. Además este sistema facilita y agiliza los procesos de votación (colas, esperas, turnos) y los procesos de escrutinio y resultados.
¿Es seguro el voto electrónico?
Muchos expertos no defienden la seguridad del voto electrónico. Los riesgos pueden ser muy diversos. No solo en aspectos de seguridad y privacidad de los votantes (recordemos que el voto se considera privado). Algunos de los principales problemas que ya se han encontrado muchos países han sido problemas con el censo. Ciudadanos fallecidos que mágicamente votaban, o números de votos irregulares en relación con los registrados en el censo.
Además no hay ningún sistema posible para verificar que los votos de los ciudadanos no hayan sido alterados durante el registro por parte de algún ciberdelicuente. Esto genera una inseguridad en la mayoría de los ciudadanos que no se fían que puedan ejercer el voto con total seguridad.
Las principales desventajas que presentan es:
- Se genera menor cantidad de empleos.
- El hardware y software necesarios para su implementación son elevados, contemplando el costo total de propiedad, a lo que se debe añadir mantenimiento, licencias, soportes y capacitación.
- Desconfianza del electorado para el uso de los medios electrónicos en ejercicios democráticos.
- Se requieren reformas legislativas.
- Desconfianza del electorado para el uso de los medios electrónicos en ejercicios democráticos.
¿Qué países lo utilizan?
No son muchos los países que han incorporado esta vía de votación en sus procesos electorales. Aquí te dejamos un listado de los que sí.
Suiza (2005)
Australia (2011)
Canadá (2008)
EEUU (2008)
Francia (2009-2017) (2020)
Desgraciadamente España aún no se encuentra entre los paises donde se pude votar de manera electrónica. Contamos con el denominado Voto Rogado desde el 2011, pero que el gobierno quiere revisar de cara a las próximas elecciones.