En los últimos tiempos, la digitalización está cada vez más presente en nuestras tareas cotidianas. Cada vez son más escasas las empresas que quedan sin digitalizarse. Desde promocionarse en redes sociales, obtener información más detallada acerca de sus productos por la web, entrevistas laborales online, hasta llegar a ofrecer sus servicios o productos exclusivamente por internet.
No solo resulta imprescindible el uso de internet para obtener cualquier servicio, producto o consulta de las empresas grandes o pequeñas, sino para cualquier otro tipo de trámite o actividad diaria. Como por ejemplo al pedir una cita en el médico y que dicha cita sea finalmente online o por teléfono, o simplemente para comprar un viaje en transporte público.
Todo esto deja de lado a una parte de la sociedad, que o bien no tienen conocimientos digitales, o que no poseen los medios necesarios.
Las soluciones:
1. Sacar una versión del producto o servicio para el colectivo que no se ha digitalizado aún.
Esto consistiría en que dependiendo del usuario, la plataforma muestre una experiencia más sencilla e intuitiva o no. Facilitando así a aquellas personas con escasos conocimientos digitales, como es el caso de las personas mayores.
2. No dejar de lado el One to One.
El principal problema es que hay muchos servicios que solo están disponibles digitalmente, sin ofrecer otras alternativas. Como por ejemplo la banca. Cada vez cierran más sucursales o digitalizan más estas, prescindiendo así de trabajadores en ellas. Es por ello que no se debe perder el servicio presencial tradicional y no inundar todo con máquinas.
Concluyendo, el problema para las empresas es que no sale rentable o no generan tantos ingresos si implementan dichas soluciones. Para ello, deberían ofrecer ayudas gubernamentales económicas para adoptar las soluciones citadas. Otra opción es formar gratuitamente a todo aquel que desee adentrarse en esta era digital.
Evolución y adaptación.
Hay que seguir hacia adelante. No debemos sustituir los sistemas actuales, sino evolucionarlos y adaptarlos sin pensar en dejar de lado la digitalización. Porque la digitalización es el futuro donde se simplifican todos los procesos y se ahorran costes. Aunque deben de ofrecerse alternativas tanto digitales como presenciales para no excluir a nadie.
Las personas mayores suelen desconfiar del mundo digital, no se sienten cómodos. Se debe además de formar, concienciar y generar confianza a los mayores para dar el paso.
Debemos continuar con la rueda de la digitalización ,seguir evolucionando para que esta continúe simplificando nuestra vida. La tecnología nos facilita todos los procesos cotidianos. Aunque no todo debemos digitalizarlo, no todo debe ser blanco o negro, debemos complementar procesos digitales con tradicionales. Las máquinas no pueden solucionar los problemas al igual que las personas, las personas necesitan ser escuchadas y atendidas por otra persona. No debemos perder ese trato personal con los profesionales a los que acudimos día a día. Todo eso no nos lo va a proporcionar la tecnología nunca, y la gente no va a permitir que desaparezca todo esto.
La pandemia ha sido el claro ejemplo de la necesidad digital. Han sido muchas de las empresas que necesitaron digitalizarse plenamente al cerrar sus locales y oficinas, y algunas de ellas no estaban preparadas para ello. La pandemia ocasionó varias caídas de páginas webs importantes que no estaban creadas para soportar un gran flujo de usuarios. Un claro ejemplo es la web de la Seguridad Social, la cual estuvo caída durante un largo periodo de tiempo, y mientras se llevaban a cabo labores de reparación, solo ofrecía muy pocos servicios en comparación a lo que ofrecen.
Conclusión.
Concluimos que la rueda de la digitalización no debe dejar de evolucionar debido a los grupos sociales que quedan excluidos. Por ello se deben implementar adaptaciones para todo tipo de personas, para que tengan acceso a cualquier servicio o proceso cotidiano y no abandonar el trato humano definitivamente. Finalmente resulta fundamental formar gratuitamente a estos nichos, para que la era digital no les ahogue de ninguna manera, ni por desconfianza, ni por falta de medios y conocimientos.